Tenemos por delante un fin de semana lleno de emociones a la búsqueda de la Escocia profunda y, si se tercia, cazaremos al monstruo del Lago Ness, más conocido por Nessie por estos andurriales.
A la salida de clase quedáramos en reunirnos en un aula para hablar de los preparativos de cara a estos dos próximos días, así que lo primero repartimos una carta de la directora en la que informaba a las familias de que proveyeran a la tropa de unos buenos bocadillos (todo lo bueno que pueden ser por estos territorios) y que para el domingo les prepararan una cena para más tarde. Luego les dimos cuatro papeles más a cada uno que ponían Bank of Scotland y que tenían gravado el número 5 en cada esquina, lo que suponía 20 libras que nos sobraran de la cuota aportada por los padres en Ourense. Estas últimas papeletas les hicieron más gracia que la carta a la familia.
Luego continuamos con la reunión hablando de que cada uno llevara lo indispensable para pasar la noche en el albergue, donde nos darán la cena, cama, sábanas y mantas, pero no toalla, así que hay que cargar con una ya sea la nuestra o de la familia. Luego repartimos otro papelito que me “había olvidado en la mochila”, este tenía el número 20 con la misma leyenda: Bank of Scotland. Las caras de felicidad reflejaban la satisfacción general por este segundo papelito.
Una vez más continuamos con la reunión, cuando pudimos conseguir que nos prestaran atención. Hablamos de que el hostel proveerá el desayuno y un packed lunch para el domingo también; en definitiva, que tenemos cena, cama el sábado y desayuno y comida el domingo, con un crucero por el Lago Ness la noche del sábado y una pequeña fiesta disfrazados de escoceses (habrá que hacer una película de esto). “Por cierto, me olvidaba, me quedan otras tres papeletas para cada uno, esta vez vienen marcadas con el número 10”, dije, y aquello se convirtió en una fiesta tropical: gritos, felicitaciones, aplausos…
Seguimos un rato más y acordamos vernos mañana a las 08.15 en Princes Street con intención de salir a las 08.30, “el que no esté se queda en tierra todo el fin de semana”. “¿No te quedará otro u otros papelitos en la mochila?”, preguntan. “Pues creo que no”, contesto. “Anda mira otra vez, por si las moscas”, insisten. Por mucho que miré no quedaba nada, pero se fueron satisfechos con 70 libras extra cada uno en su bolsillo. “¡Por favor, esto no se lo digas a nuestros padres, que así no nos piden cuentas!” Prometí no decirlo, pero creo que contarlo en el blog no es faltar literalmente a la palabra. Las otras 100 libras restantes se nos fueron en el ice-skating, el zoo, la bolera con comida, el ghost tour, el cumple de Alberte y las dos sesiones de piscina y aún nos queda por disfrutar el Edinburgh Dungeon, la camera obscura, el cine y la comida final todos juntos en el Pizza Hut. ¡¡Creo que hemos estirado las libras al máximo y le hemos sacado mucho rendimiento!
En fin, tras la alegría y con los bolsillos llenos nos fuimos a llenar también la barriga. Nuestro super “Morrisons” está encantado porque el consumo de chorizo El Pozo ha subido paulatinamente, junto con el jamón envasado al vacío.
Elegimos darles hoy el dinero sobrante porque tras mucho insistir decidimos darles la tarde libre para que fueran de “shopping” con dinerito fresco, pero antes había que pasar por el Museum of Childhood. Aquí podían disfrutar de todo tipo de juguetes clásicos: coches a pedales, caballitos, muñecas de porcelana, marionetas, etc. Aquí una horita y quedaron libres con destino… ¡¡quién sabe dónde!! Al menos tienen un rato para ellos y para hacer los preparativos para las Highlands. ¿Cómo van a meter tanta cosa como quieren llevar en una mochila?, nos preguntamos.
Mañana no publicaremos el blog por aquello de no cargar con el PC por toda Escocia, así que el domingo noche, si estamos en condiciones, os haremos llegar todo lo vivido (y si no lo estamos, por favor, disculpadnos, y lo ponderemos el lunes).
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