Esta mañana los niños se han levantado con un sentimiento de tristeza por tener que volver; sentimos decepcionaros pero querían quedarse tres o cuatro días más, dos semanas, inclusive algo más…pero mejor que no lo sepáis.
Después de desayunar y de volver a las habitaciones a recoger las maletas, se fueron a dar su última clase y a las doce les hicieron entrega de sus diplomas (acto que fue muy emotivo). A continuación les sortearon dos sudaderas y los afortunados resultaron ser Enrique y Belén.
Fuimos a comer a la una, como os habíamos dicho, y hasta ahí el horario iba bien, pero cuando llegó la hora de la despedida se nos vino abajo todo lo que estaba programado; entre foto y foto, lágrimas, abrazos y besos con los profesores no había forma de subir al autobús.
Todos nos han dicho que les gustaría volver el año que viene, lo que para nosotras es una gran satisfacción y nos hace sentirnos muy felices.
Esperamos que también vosotros estéis contentos con el trabajo que hemos realizado. Gracias por confiarnos a vuestros hijos.
¡Hasta el próximo año!
Lucía y Alba