Hoy nos hemos llevado a nuestras “fieras” a disfrutar de un día de sol en el escarpado zoo de Edimburgo. Ayer terminamos nuestro ceilidh muy tarde de manera que hoy necesitábamos algo relajante y descansado, de manera que Alba y yo nos acercamos al zoo esta mañana a sacar las entradas para nuestros “niños de 12 a 15 años”. Además hoy contábamos con una “adoptada” de 11 años con la que pasamos una tarde fantástica. Era la nieta de nuestra familia: Ammie, de manera que muchos aprovecharon para practicar su inglés con ella.
La primera premisa era llegar antes de las 14.15, que es la hora estipulada en que sacan a los pingüinos a desfilar alrededor de su acuario y todo el mundo se coloca para fotografiarlos y posteriormente les dan de comer. Supuestamente este zoo es uno de los que más animales de esta especie tiene en cautividad. Llegamos justo a tiempo de ver los últimos metros del recorrido.
Tras esto nos acercamos a un kiosko donde una monitora hablaba sobre los rinocerontes, tenía el cráneo y los dos cuernos de uno de estos mamíferos africanos y les hablaba de las dimensiones, peso, etc. Cuando ya nos dimos por satisfechos, decidimos subir a lo más alto viendo los diferentes recintos y desde allí bajar despacio bajo el sol de Edimburgo.
A las 15.00 disfrutamos de otro show en el que un cuidador iba sacando diferentes animales y explicaba cómo se comportaban; así nos enseñó una especie de lechuza volando en libertad, un buitre que comía de la reproducción de un esqueleto de gacela, un armadillo que le seguía allá a donde fuera el speaker y un cerdo africano descomunal.
Al finalizar el espectáculo, seguimos nuestra ruta para ver las cebras , los grandes gatos africanos, los hipopótamos y todo el resto de la fauna que allí se mostraba. A las 17.45, llegamos al final, así que una visita rápida a la tienda y a los buses, unos en dirección a Princes y otros, que ya estaban a medio camino de casa, a cenar a su domicilio.
Ya hemos planificado las dos semanas siguientes con sus correspondientes actividades que poco a poco os iremos describiendo. David y Carlos se han aficionado a invertir en la “saca” para disfrute de todos los demás y Saúl nos sorprende cada mañana con una de sus creaciones poéticas dedicadas a cada miembro del grupo. Estamos todos esperando cuando nos va a tocar pues es el plato fuerte matinal en el bus al cole.
Por cierto, hacia el final de semana nos pondrán una wi-fi en casa y podremos volver a subir algún álbum más de fotos, pues de momento estamos aprovechando, cuando podemos, una señal en abierto que hay por el barrio o recurrimos a la del Starbucks a la mañana siguiente mientras tomamos un café. Ese es el motivo por el que no podemos subir el blog a la misma hora con regularidad. ¡¡Lo sentimos!!
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