Como mencionamos ayer, hoy el madrugón fue menor porque nos recogieron en el centro de la ciudad, eso nos permitió dormir una hora más pues los autobuses tienen menos frecuencia los domingos. Así que a las 09.30 nos encaminamos hacia el castillo de Alnwick y teníamos por delante un trayecto de dos horas. Alnwick se ha hecho recientemente muy famoso por ser el escenario de varias de las películas del famoso mago Harry Potter, aunque antes ya había sido utilizado para Robin Hood o La Víbora Negra. Tras Balmoral, residencia de la realeza británica, este es el segundo castillo más grande permanentemente habitado, en este caso por los Duques de Northumberland y sus cuatro hijos. Ha pertenecido a la familia Percy desde principios de la Edad Media y contiene colecciones de cuadros, libros y todo tipo de instrumental de épocas inmemorables. Ha tenido varias funciones aparte de residencia: escuela, hospital o, actualmente, facultad de Estudios Internacionales. No sólo es interesante el edificio sino también los jardines que lo rodean y el bosque de caza de los alrededores, utilizados por nuestro rey Juan Carlos, entre otros. Muchos aristócratas hacen uso del recinto invitados por los Duques, de hecho el jueves hubo una recepción en el castillo de la que pudimos leer el menú que estaba sobre la mesa.
Al llegar nos esperaba el tormentón del año, al igual que ayer, y esta vez incluso el Titanic hubiera sucumbido. De hecho os ponemos un breve video para que veáis la tromba que cayó durante 30 minutos. Previamente habíamos tenido el tiempo suficiente para tomar nuestro “lunch” por los jardines, pero algunos se habían alejado un poco por lo que quedaron atrapados en la tormenta y cuando alcanzaron el refugio de la cafetería su ropa estaba calada. Así que en c
uanto hubo ocasión buscaron un baño con secadores de manos y pusieron las camisetas, calcetines, pantalones y zapatos al calor del aire y en poco tiempo estaban listos. Tras el diluvio, llegó la calma y el día se quedó perfecto, incluso demasiado caluroso por momentos. Esta tregua nos permitió visitar los jardines con calma con sus fuentes, laberintos de bambú, su jardín de rosas y recinto de plantas venenosas. Tras esto nos fuimos al castillo y visitamos todas sus estancias, habilitadas para vivir en ellas en todo momento, su capilla, su edificio de justas de la época medieval, un túnel del terror con dragones, caballeros y mazmorras, etc.
En una parte del jardín disponen de tractores-excavadoras de juguete para los pequeños (y no tan pequeños) así que los nuestros no pudieron resistir la tentación de echar sus carreritas.
A las 15.30 emprendimos el viaje de regreso y a las 17.30 estábamos caminando por Princes Street con destino a la carpa española a tomar algo con sabor de nuestra tierra como ayer, aunque hoy sólo nos dieron aceitunas, pero nos supieron a gloria. A otros aún disfrutaron más fotografiándose con unas guapas azafatas que daba gloria verlas. Los chicos os mandan un saludo mientras disfrutan del tórrido sol de Escocia.
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