Hoy hemos disfrutado de un día tranquilo. Como los buenos equipos hemos tenido sesión de baño y masaje. Todo comenzó a las 11:00 en nuestro punto habitual de reunión en el centro de la ciudad, desde donde nos dirigimos al complejo acuático de Leith Waterworld. No os imaginéis un parque acuático de dimensiones descomunales, sino más bien uno muy digno e interior con agua climatizada. Como no sabíamos exactamente el lugar, el conductor nos indicó donde bajar y procedimos a entrar. Por supuesto todos eran menores de 15 años, pues con 16 ya se les considera adultos y los precios de las entradas difieren drásticamente.
Una vez en el interior disfrutamos del jacuzzi, los toboganes, la piscina con olas y e l río de aguas bravas. Lamentablemente no tenemos documentos gráficos que den fe de todo ello, puesto que estaba terminantemente prohibido sacar fotos a pesar de suplicarles permiso encarecidamente a los monitores. Tras unos buenos chapuzones, unas cuantas “aguadillas” y muchas risas los que llevábamos la pulsera blanca debíamos abandonar el complejo. Eran las 14:00 y el gusanillo del hambre empezaba a hacerse presente.
“Todos al primer bus que vaya al centro” y a los cinco minutos estábamos a bordo del número 16. Una vez en el céntrico Punto de Información Turística sacamos nuestros suculentos manjares para disponernos a devorar lo que teníamos delante. Algunos no pudieron resistir la tentación de los Mc Menús de la archiconocida cadena alimenticia americana, mientras otros seguíamos la tradición de intercambiarnos los bocadillos.
A eso de las 15:30 nos dispersamos y cada uno tomó la ruta que más le convenía o le apetecía: unos las tiendas, otros el paseo y nosotros a organizar cosas para la semana. Nos espera mucho trabajo y muchas actividades por realizar que os seguiremos contando si la tecnología nos lo permite en este mismo lugar.
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