El clima nos ha dado una segunda oportunidad al dejarnos ver el sol a ratos y evitar que el cielo continuara cayendo sobre nuestras cabezas, como decían los irreductibles galos. Con estas perspectivas tan halagüeñas nos dirigimos a clase porque hoy todo pintaba bien: ¡¡Había que exponer nuestros “projects” de toda la semana, que tenían como tema la archiconocida obra de “Romeo y Julieta”: los unos un programa de televisión muy variado: presentador: Javier; cantantes: Alba y Laura; … otros una escena más clásica, representando todas las vicisitudes que pasaron los dos enamorados; otros un programa de entrevistas, donde Miguel era el “segurata malote”, otros… Bueno que cada uno desempeñó su papel y se esforzó por hacerse entender en público, lo cual suele ser uno de los hándicaps de los españoles. Pero a estos la vergüenza se les ha debido de caer del bolsillo (según para qué cosas) hace tiempo. Por cierto, Javier recibió el premio al mejor de su cuadrilla y ganó un puñado de golosinas. ¡¡Aplausos, risas y vítores para acabar la jornada!! La próxima semana comenzamos en el otro colegio, donde dispondremos de más espacio, instalaciones deportivas, piscina, etc.
Tras la hamburguesa de la comida nos dirigimos a Poole a disfrutar de la actividad que ayer no pudimos llevar a cabo. Necesitamos una hora larga de buses hasta llegar a destino y sólo pudimos quedarnos una hora porque la escuela había acordado que debíamos estar todos a las 17.30 porque la antorcha olímpica pasaba por la puerta del edificio; así que, como habían cortado las calles, nos fuimos en bus hasta el centro y luego nos dimos un relajado paseo hasta Wimborne Road, donde se encuentra el colegio. Allí esperamos pacientemente a que llegase la antorcha y toda la parafernalia que la rodea, más bien poca, pero un par de artistas callejeros los amenizaron la espera con su espectáculo. Lo mejor de todo es que justo frente a nosotros se hizo el relevo de la antorcha. Al parecer, hay que pagar 250 libras si quieres ser entorchado y te la puedes quedar posteriormente; si entráis en EBay, la genta las está vendiendo por más de 3500 libras… Se ve que la crisis nos afecta a todos y ya no se queda uno ni con los recuerdos históricos.
Al finalizar nos distribuyeron en taxis y nos enviaron a casa. Después de la cena tenían pensado salir a jugar un partido contra los árabes a un parque que les queda cerca a todos, por aquello de hacer patria.
Por cierto, se comenta entre los monitores que es asombroso lo bien que se portan y su puntualidad británica (¡¡mal saben ellos el precio que tiene quebrantar cierta norma!!), pero es para que estéis orgullos de ellos. Todavía nos queda un “debe” en la cuenta: no apasionarnos tanto y así bajamos varios decibelios el volumen de las voces.
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