Hoy tocaba visita cultural por la tarde, concretamente al cementerio de Greyfriars Bobby y al National Museum of Scotland.
El sol hacía mella en nuestros estudiantes, que buscaban la sombra para atender a las precisas explicaciones de la monitora, quién con detalle nos contó la historia del perro llamado Greyfriars Bobby, el cual permaneció en la tumba de su dueño hasta su muerte. En cuanto sonó el nombre de Harry Potter, los ojos de algunos brillaban, y es que ese mismo lugar inspiró a la conocida escritora J.K.Rowling para escribir alguno de sus libros.
La próxima parada era el National Museum of Scotland, un lugar que atrajo la atención de nuestros estudiantes puesto que ofrecía una gran variedad temática para todos los gustos.
La emoción se disparaba en alguno de nuestros estudiantes, como por ejemplo Pablo que estaba muy interesado en el mundo de la robótica y las tecnologías o Diego que pretendía emular a Fernando Alonso en un simulador de carreras.
Desde la séptima planta, previamente recomendados por la monitora, pudieron disfrutar de unas maravillosas vistas de toda la ciudad de Edimburgo, además de realizar un baile improvisado e inesperado en el cual Belén y Candela demostraron no tener rival.
Era la hora de retirarse a cenar y volver a la escuela, donde para acabar el día disfrutarían de una buena película con palomitas y limonada.
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