25 HOLYROODHOUSE AND CEILIDH

¡¡Candela ya tiene 17!! y todavía
no lo puede celebrar con una
cerveza, como sería su deseo.

Comenzamos el día felicitando a Candela por sus 17 añazos tan felizmente cumplidos, aunque antes le hicimos pasar un mal rato fingiendo que nadie se acordaba y cuando llegó por la mañana la saludamos distraídamente y continuamos hablando de trivialidades, mientras a ella se iba frunciendo el ceño a medida que transcurrían los minutos; por otra parte, Ángela era incapaz de sujetarse y daba saltitos alrededor como los perrillos a punto de ponerles la comida. Cuando finalmente la felicitamos y le cantamos fue toda una algarabía. Para todos menos para Alejandro, quien aún no se había percatado de que era lo que estaba pasando.

Diego, Ángela, Eva y yo.
La italiana está tras la cámara

El otro prota del día es Diego. Está claro que la vida es un transcurrir con altibajos: el lunes, su móvil decidió fallecer ya fuese por la humedad del zoo o por la vida tan cruel que había llevado con partes de la carcasa desaparecidas o la pantalla hecha añicos. Hoy, tras varios intentos fallidos, han cambiado las tornas y ha conseguido que una chica le haga caso y pasee con él de la mano por el palacio de la reina mientras admiran las dependencias reales como dos tortolitos; pero no todo iba a ser felicidad, así que cuando estamos volviendo hacia el bus, se percata que su cartera ha desaparecido de su bolsillo, ya fuese porque estaba demasiado enfrascado en la actividad cultural de esta tarde o porque la italiana acaparaba toda su atención; pues nada, allá nos volvemos los dos a Holyrood y, en un giro de la fortuna, su cartera había sido entregada en las oficinas del palacio. Por suerte, todas su documentación estaba intacta; desafortunadamente, su dinero había volado. En fin, con tantos giros de la fortuna, tenía razón Marisol con aquello de que "la vida es una tómbola".

Gonzalo atendiendo a una
de sus llamadas.

El tercer grumete destacado del día es Gonzalo que parece haber dejado su número a los de First Dates y le llama todo tipo de gente. Primero hay alguien que lo ha llamado como unas siete veces desde el viaje a las Highlands y le pregunta por Sabrina. Al principio el hombre le contestaba amablemente asegurándole que se había equivocado, pero ante la insistencia de los últimos día ya se larga unas tendidas conversaciones con su interlocutor e incluso Belén ha optado por hacerse pasar por Sabrina. Finalmente hemos bloqueado el número, pero el desconocido no ha cejado en su empeño y ha llamado desde otro. También bloqueado. Pero para empeorar la situación, lo llama una paisana diciéndole, "Boas tardes, eu son a tía dunha nena que está ahí de campamento contigo no Barco ...", "Pero, señora, a mi que me cuenta si yo estoy en Edimburgo...", "¡¡Ah, perdón!!" Piiiiiiiiiiiiiiiii. Venga risas y más risas. También bloqueado.

La tropa armada con audioguías

Holyrood Palace (Palacio de la cruz sagrada) es famoso por ser la residencia oficial de Elisabeth II cuando visita Edinburgh, lo cual hace al menos una vez al año al principio del verano, que es cuando celebra una gran fiesta en los impecables jardines. Este palacio se encuentra al fondo de la Royal Mile que, como ya hemos mencionado en anteriores entradas, termina en el famoso Castillo en lo alto de la colina. Originalmente todo comenzó con un monasterio católico fundado por David I, donde se erigió con los años una impresionante abadía, destruída posteriormente por

Un poco de Tai-Chi frente al Palacio

unas revueltas protestantes. A lo largo del recorrido por las salas de palacio nuestra audioguía nos daba todos los detalles de los pasados habitantes del lugar, especialmente los relacionados con Mary, Queen of Scotts, (María Estuardo, reina 1542-1567 desde los 6 días de edad, no "María Escudero", como decía Marta) y los celos y muerte de su segundo marido, Lord Darnley, y su posterior matrimonio con James Hepburn dos meses más tarde, quien se sospecha involucrado en la muerte de Darnley. En fin, historias de amor, odios, cotilleos cortesanos, confabulaciones de reyes y reinas a lo largo de los años.

Alguno besó la lona y necesitó
maniobras RCP para volver en si.

Llegó la tarde-noche y empezó el Ceilidh, esto es, bailes escoces. Lástima no haber tenido un buen kilt a mano para los chicos, porque con tanta vuelta... En fin que hubo para todos, incluso para los menos aficionados como Jacobo, Quique, Alex o Aida quienes al final se metieron en el papel y lo "dieron todo". El funcionamiento era sencillo: una profe de baile indicaba el paso: three steps forward, clap, clap, three steps back, clap, clap, ... turn left hand, turn right hand, turn both hands... en fin mejor lo veis porque esto es anticalorías cien por cien.

La que liamos por celebrar el cumpleaños de Candela: le trajimos unos 70 invitados, profe de baile, actividad y, finalmente, taxi en la puerta para cada uno.