Tenemos que empezar por el final,porque ha sido tan excitante como la visita a Kennedy Space Center. Desde que salimos de la NASA comenzó una lluvia fina, para posteriormente convertirse en un chaparrón y acabó siendo una tormenta tropical de agua, truenos y relámpagos nunca vistos por nuestros lares. Cuando llegamos al colegio el agua nos daba por encima de los tobillos, así que a la carrera alcanzamos el refugio de la recepción de la escuela y allí esperamos a que las familias fueran llegando, mientras los coches que bajaban por Federal Highway parecían flotar pues no se les veían las ruedas. Apelotonados en la puerta íbamos cantando los nombres de las diferentes familias que venían a recoger a sus vástagos y estos, sacándose sus Vans, Nike o All Star recién compradas en Boca Ratón o en Sawgrass Mills salían por piernas del refugio para ganar el coche con los menores daños posibles. ¡¡Increíble la tormenta que se formó en una hora y promete aguantar así un buen rato!! De camino a casa, pudimos ver coches detenidos en los lados de la carretera porque el agua les llegaba al motor o los bancos de las paradas de bus anegados. ¡¡Aún ahora, mientras escribo estas líneas, el cielo cruje y se ilumina ininterrumpidamente!! ¡¡Que se preparen las agencias de seguros pues mañana van a tener cola a la puerta para reclamar por daños de agua!!
Ahora de regreso a casa y con pocas ganas de salir, recordamos que el despertador sonó implacable a las 5.45 porque nuestra hora de reunión era a las 7.45 y siempre queremos estar los primeros, por aquello del ejemplo. Y allí estaban todos puntuales con sus familias listos para salir con destino “mundo espacial”. A las 08.10 partimos y tres horas y media después aparcábamos a la entrada. ¡¡Un viaje muy largo para los chicos!! Cuando los monitores dijeron que nos daban dos horas para verlo nos amotinamos y quedamos en regresar a las 14.45 con margen hasta las 15.00, aunque esto último los “rojos” no lo sabían. Dentro del recinto la mitad salimos a la carrera porque queríamos ver la zona de montaje de las naves espaciales y la rampa de despegue, mientras otros se quedaban a comer algo en la cafetería. Lo del tour está bien organizado pues salen buses cada diez minutos que te llevan a la torre de observación, desde la que se ve la zona de despegue a los lejos, para, posteriormente llevarte al Apollo/Saturn V Center donde pasas y ves como idearon los primeros cohetes y el lanzamiento del Apolo, el cual aún tienen allí expuesto tumbado y todavía conservan la sala desde la que se gestionó el lanzamiento en su estado original. Tras unas dos horas de tour regresamos al centro donde había simuladores, cine IMax en 3D, entrevistas con astronautas que han ido al espacio, etc y nos encontramos a la otra mitad que lamentaba no haber ido al tour con los demás y que ya estaban aburridos de esperar mientras jugaban a las cartas. Así que a las 15.15 estábamos todos en nuestros asientos dispuestos para el diluvio que nos quedaba por delante.
Mañana tenemos Miami, con su Ocean Drive, su South Bay y su Miami Beach y dicen que habrá chubascos dispersos con un 60% de posibilidades de lluvia. ¡¡A ver como y cuando llueve!! ¡¡Esperemos que el cielo no caiga sobre nuestras cabezas, como decían Asterix y Obelix!!
Alvaro, menos mal que sales en las fotos. Pensé que habíamos mandado a nuestros hijos con un holograma. besitos
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