viernes, 26 de julio de 2013

25 Return

 

 

P1100139 Aunque inmensamente tristes emprendimos el regreso a España. La mañana del jueves la pasamos en el cole en nuestra sala de juegos con los partidos de FIFA y ping-pong o en la piscina o sencillamente charlando, mientras esperábamos para grabar un Harlem Shake, que supuestamente iba a tener lugar a las 10.00, luego se pospuso para las 10.30 y al final acabó teniendo lugar a las 12.00, cuando ya teníamos que emprender rumbo al aeropuerto.

Así que uniformados con nuestra camiseta de SC azul y nuestra mochila amarilla nos dirigimos al caótico aeropuerto de Miami, con el temor en el cuerpo de no sobrepasar los 23 kg. estipulados como carga máxima. Allí pasamos la prueba del algodón con sobresaliente, aunque Silvia tuvo que abrir y retirar alguna cosilla para ajustarse al peso; una vez en la zona de embarque nos quedaban unas dos horas para merodear por tiendas y cafés, pero no es este un aeropuerto que destaque por eso. El lugar más visitado fue Dunkin Donuts del cual venían aprovisionados con sus correspondientes cajas de dulces para soportar de mejor grado las largas horas nocturnas de vuelo y así se fue pasando el trayecto sobre el Atlántico, unos durmiendo otros en un duerme-vela permanente y algunos de vigilia total viendo películas o charlando.

P1100142 A la hora fijada llegamos a Madrid y aquí llegó el momento más triste. No había manera de consolar a toda aquella masa de tristes estudiantes que lloraban e hipaban porque las amistades que se crearon en estas tres semanas tienen visos de perdurar. Unos prometieron venir a Galicia (Cordero, Torres, Rubén), otros juraban ponerse pesados con sus padres para que les dejen hacerlo (Diana) y otros con más sangre fría asumían la separación como algo ineludible (Santi), lo cual aún irritaba más a sus íntimos. Tras recoger sus equipajes y entregarlos a sus padres, regresamos a la zona de embarque, porque aún nos quedaba nuestro sonriente canario Quino por despedir pues su vuelo a Las Palmas salía casi al tiempo que el de los gallegos. Así que otra vez, el replay, de dos horas antes: abrazos, últimas fotos, besos, y la frase más repetida “No se llora, eh, no se llora”.

Así que paulatinamente nuestro escuadrón fue perdiendo efectivos y cuando llegamos a Ourense, de los 30 que partimos de Miami, nos bajamos del bus 15, pues otros seis se quedaron en Vigo, pues sus padres no querían esperar más para abrazar a las criaturas.

Un año más hemos llegado a buen puerto y espero que todos hayan disfrutado de las actividades que realizamos y de las que tenéis el informe en este blog; gracias a todos los chicos por hacer que los profes también disfrutásemos de estos días y comentaros que la escuela me ha pedido que os transmita la enorme satisfacción que ha sido para ellos trabajar con un grupo de estudiantes tan diligentes, respetuosos y puntuales como ellos; aunque hay que añadir, que por momentos un tanto ruidosos.

¡¡Nos vemos el próximo año!!

jueves, 25 de julio de 2013

24 Palm Beach Zoo or Shopping

 

Al llegar al colegio, la duda existencial era si iríamos al mall a hacer las últimas compras o, si por el contrario, el colegio no había escuchado nuestra súplica y no entendía que hoy no estábamos para animalitos. Total que tras mucho negociar y buscar posibilidades aceptaron y nos acercaron a hacernos con los últimos regales que siempre quedan para última hora.

Tras las clases y el bocadillo de paté de cada miércoles nos acercamos al zoo de Palm Beach a dejar a unos desanimados alemanes que tampoco estaban muy por la labor de recorrer el recinto lleno de jaulas bajo el sol, mientras nosotros recorríamos tiendas bajo techo y al cariño del aire acondicionado.

Cuando nos acercábamos a destino, repartimos el dinero que nos sobró del fondo que habían puesto los chicos de Ourense y cada uno de ellos engordó su cartera con 50$, que no esperaban y que tampoco les duró demasiado en el bolsillo. El resto hasta completar la suma se lo llevaron Orlando, teléfonos y propinas. Lástima no tener un día más y lo hubiéramos invertido en el parque acuático que pensábamos visitar, pero el tiempo no da más de si. Creo que le hemos sacada buen rendimiento a lo entregado.

Al finalizar nuestro peregrinaje por tiendas y escaparates, regresamos a nuestro transporte y ahí fue donde nos enteramos del fatal accidente ocurrido en Galicia y del que ahora estamos recabando mayor información, confiando en que ningún familiar se ha visto involucrado en tan triste suceso.

Los nervios afloran y están poco dispuestos a irse a casa, aunque lo que más les pesa es que van a separarse, los gallegos y asturiano para el norte, los madrileños al centro, la valenciana al este y el canario para más allá del sur, pero seguro que seguirán en contacto. Estas semanas aquí marcan y crean amistad.

Mañana nos encontraremos en la escuela a las 09.00, para luego entretenernos por allí un rato hasta las 12.30 que partimos hacia el aeropuerto de Miami desde donde volaremos a Madrid a partir de las 17.00 horas. Si todo va según lo previsto aterrizaremos en Barajas a eso de las 07.40. ¡¡Hasta pronto!! Esta es nuestra última entrada de la temporada si no hay nada destacable durante el viaje, pero no dejéis de visitarlo por si aparece alguna noticia de última hora.

miércoles, 24 de julio de 2013

23 Snorkeling

 

GOPR0479 Todavía sin recuperarnos de toda las emociones vividas en Orlando, nos reunimos ojerosos para un nuevo día de clase a las 08.30. La mañana fue tranquila para los que asistieron a las aulas, mientras que Elena sufría las consecuencias de un fin de semana de desenfreno emocional en las atracciones y fue baja durante la mañana para asistir al médico y diagnosticarle amigdalitis con su correspondiente tratamiento de antibióticos. La recepcionista del centro de salud ya nos saluda como si fuésemos de la familia.

El arroz con pollo no era lo que más les apetecía para almorzar, así que hubo una solicitud generalizada de visitar el burguer que se encuentra a unos pasos de la escuela, lo cual nos llevó casi 45 minutos de forma que llegamos excesivamente puntuales al bus de la actividad.

Durante la semana anterior habíamos negociado con la escuela que nos llevara a practicar snorkeling, en lugar de ir a algún museo o cualquier otra cosa intrascendente; tras mucho deliberar y suplicar aceptaron hacer el cambio y cumplirnos el capricho… bien sea dicho que nosotros les proporcionamos el lugar, la persona de contacto y la pre-reserva.

GOPR0518 Una vez en el embarcadero nos subimos al Sea Experience, un barco con el fondo de cristal que nos dio un pequeño paseo por los canales hasta salir al mar mientras nos iba explicando, una vez más, todo lo relacionado con las casas y sus propietarios. De hecho, y siempre según el speaker, nos cruzamos al regreso con un velero espectacular al estilo de los del “Cutty Shark Race” propiedad de Johnny Depp, el cual reside aquí frecuentemente. En fin, al llegar al punto de destino sobre una barrera de coral y rocas a una milla de la costa de la playa de Las Olas, nos proporcionaron el equipo: aletas, gafas y tubos. Uno de nuestros monitores americanos, Chris, es especialista en submarinismo y, junto con las dos personas de la tripulación, velaron por la seguridad de todos nosotros. Dos en el agua y uno sobre la cubierta, aparte de una larga cuerda atada a una bolla que nos servía de apoyo en caso de sentirnos cansados.

En esta ocasión teníamos un mar claro y nítido con una visibilidad bajo el agua extraordinaria lo que hizo que disfrutásemos hasta la extenuación, rodeados de peces de colores, grandes y más pequeños, y diminutas medusas inofensivas. Incluso los más reticentes a nadar en profundidades de hasta cinco metros sucumbieron a la tentación y saltaron por la borda. Al cabo de un buen rato comenzaron los juegos: zambullidas de cabeza, los “bomba” o los que querían una foto pegados como lapas al cristal del fondo de la embarcación. Agotados, y a la orden del capitán, regresamos a cubierta y tras el recuento final para comprobar que estábamos todos regresamos a puerto.

P1100100 Había que sacarse el salitre del cuerpo y para ello no hay mejor manera que un buen baño en la piscina y así fue. Tras esto fueron llegando las familias y cada uno regresó a sus casas, algunos acompañados de los nuevos alumnos que se van a alojar estos días con ellos: italianos, alemanes y turcos

Mañana será nuestro último día de clase y nuestra penúltima actividad. ¡¡Pronto los tendréis de vuelta!!

21-22 Orlando (2)

 

 

IMG_1313Ya algo más descansados después del ajetreo y la adrenalina de los dos días en Orlando, nos disponemos a narrar las estupendas experiencias que allí vivimos.

El primer día, tal y como dice el refrán “no por mucho madrugar amanece más temprano”, así pues salimos cuando todavía el sol ni siquiera despuntaba. Con caras de sueño y la paradoja de si nos apetecía más volver a la cama o llegar a Disney, subimos todos al bus y nos dispusimos a hacer lo posible por descansar en el camino para llegar al parque lo más frescos posibles. En este viaje se nos unieron un grupo de rusos, a los que tuvimos que pasar a buscar en Boca Ratón, para luego continuar rumbo a la aventura. El trayecto que nos esperaba era de entre 3 y 4 horas, pero se hizo más llevadero con la parada de rigor en el camino, en la que la mayor parte de los chicos fueron directos al Dunkin Donnuts a por unos cafés y la caja de rosquillas de rigor, que más de uno y de una iba luego relamiéndose los bigotes.

Finalmente y tras algunas cabezaditas inquietas llegamos al paraíso de la magia: Disney World. Puesto que el parque es inmenso, nosotros solamente visitamos la parte llamada Magic Kingdom, donde se encuentra el famoso castillo de la Bella Durmiente y los personajes más tradicionales. Aunque al principio algunos eran más reticentes a las atracciones suaves, ya que no disparaban su adrenalina como es debido, al final todos acabaron por encontrar ese niño interior y se dejaron llevar por él.

Entramos por la calle de Main Street USA, toda una avenida de tiendas decoradas al más puro estilo americano de los años cincuenta, al fondo de la cual ya se divisaba el inmenso castillo que preside el parque. Tuvimos buena suerte, ya que nada más llegar nos topamos con una cabalgata en la que se encontraban personajes tan famosos como Woody de Toy Story, el Genio, el Rey Loui de El Libro de la Selva y sin olvidar a Mickey, Minnie, Goofy y el Pato Donald. Tras sacarnos algunas fotos de grupo, los chicos se dividieron y se dirigieron a diferentes sitios: unos querían ir a las atracciones de agua (el calor ya apretaba a esas horas de la mañana), otros a las tiendas, otros a ver las distintas zonas… Los que se decidieron por el “chapuzón” eligieron el Splash Mountain, que consistía en un barco que te llevaba por los escenarios de Canción del Sur, perfectamente recreados, para acabar en una caída que daba la falsa sensación de llevarte directo a un matojo de espinos, pero al final pasaba por debajo de ellos y acababas calado de los pies a la cabeza (sobre todo los que estuvimos en las esquinas). Otra atracción que causó sensación fue la dedicada a Piratas del Caribe, que a pesar de no tener velocidad ni salpicaduras, gustó a todos por su realismo a la hora de recrear el mundo de los saqueadores, Jack Sparrow incluido. Tal era el realismo que más de una se sorprendió al ver que algunos de los piratas mecánicos tenían ¡hasta pelos en las piernas! También nos entretuvimos en el Big Thunder Mountain Railroads, más conocido como el “tren de la mina”, que ya cogió un poco más de velocidad que las anteriores y nos proporcionó una vuelta al estilo minero americano (hologramas de canarios y explosivos incluidos en la zona de la cola).

P1100042 También en el parque había una zona espacial, en la que se encontraban atracciones ambientadas de forma más tecnológica y como supusimos que en otros planetas las naves estarían más evolucionadas y nos darían un subidón de velocidad, allá nos fuimos. Así, tras un buen rato de cola llegamos al Space Mountain. Hemos de decir que el rato de espera se nos hizo entretenido, ya que había juegos de satélites que disparaban o que tenían que unirse entre sí, y después de algunas risas y competiciones para ver quién sacaba más puntos, cuando nos dimos cuenta ya estábamos a punto de subir a la nave. En cuanto arrancamos ya supimos que nuestras expectativas se iban a cumplir, porque aquello cogía velocidad en cosa de segundos y de repente íbamos a toda mecha por medio del espacio, luces de colores y estrellas incluidas. Al salir algunas ya dejaron claro que ellas no querían volver a saber nada de aliens y que allí no montaban más, pero otros prometieron regresar luego las veces que hiciera falta para darse otra vueltecita por las carreteras interestelares. Pasando a algo más suave para calmar los ánimos, decidimos ir a “matar marcianitos” en el Buzz Lightyear’s Space Ranger Spin, lo que al final se convirtió en una competición para ver quién sacaba más puntos.

Cuando nos dirigíamos a otra parte del parque, las nubes que se habían ido arremolinando en el cielo decidieron que ya iba siendo hora de molestar un rato a los “guiris” y nos soltaron una chaparrada encima de nuestras pobres cabezas, así que, corriendo como pudimos fuimos a refugiarnos en tiendas o tejadillos. La tormenta, truenos y rayos incluidos, duró cosa de 45 minutos, durante los cuales aprovecharon para echar un ojo a los souvenirs e ir pensando en qué querrían comprar después. Aunque algunos no pudieron aguantar y se compraron un Mickey de chocolate fondant para quitarse el disgusto de la lluvia. Pero la tormenta al final nos dio tregua y pudimos salir de nuevo, con una temperatura mucho más agradable en el ambiente.

P1100021 Dejamos los más tradicional para el último rato y después de tanta modernidad optamos por ir a ver la villa de la Bella y la Bestia, donde podías entrar a la casa y al castillo en una especie de atracción multimedia en la que los propios personajes te contaban la historia de amor entre los protagonistas. Incluso algunas personas del público podían contribuir , con tan buena suerte que Saúl pudo ser la tetera Sra. Potts durante el espectáculo y sacarse una foto con la guapísima Bella. Antes de dedicar un rato a las compras que todos deseaban, dimos una vuelta en el magnífico tiovivo que se encontraba al otro lado del castillo, repleto de caballos perfectamente decorados con sus bridas y sus armaduras.

Para terminar solamente nos quedaba ver el maravilloso espectáculo de fuegos artificiales. Unos grandes proyectores (que no logramos situar) mostraban imágenes en la fachada del castillo, convirtiéndolo en ocasiones en una auténtica pantalla de cine en la que los personajes de Disney iban tomando forma junto con las canciones que resonaban por toda la zona. los fuegos artificiales acompañaban a este espectáculo visual, para dar a todo el conjunto un final apoteósico que dejó a más de uno con la lágrima a punto de caramelo.

Ya agotados de todo el día, nos reunimos en la entrada del parque para ir al hotel, no sin antes hacer una paradita en una pizzería para coger la cena, que ya a todos nos rugía el estómago después de tanta atracción. Las pizzas fueron saliendo poco a poco, a cada cual más grande, y raudos y veloces nos fuimos al hotel. Pero cuando llegamos… ¡sorpresa! Era un hotel estilo película americana. Con “película americana” no nos referimos a “Pretty Woman” o a “Sexo en Nueva York”, sino más bien a algo como “Psicosis” o “Nunca juegues con extraños”. Después de intentar encontrar las habitaciones y al final conseguirlo, cada uno se puso a inspeccionar la suya, con tan mala suerte que las pobres Silvia y Ana se encontraron una inquilina anfibia en su cuarto a la que tuvieron que echar con ayuda de las chicas de las habitaciones más cercanas. Se ve que la fauna anda suelta por Florida como Perico por su casa, porque Adrián de vuelta de la recepción se encontró con un mapache todo pancho paseando por las inmediaciones. Aline y Ana alegaban que en su cuarto la radio se encendió sola cuando ellas entraron, así que por unas cosas o por otras acabaron casi todos por no dormir y decidieron hacer mejores cosas como charlar, jugar a las cartas y demás. Así estaban la mañana siguiente, con las pestañas pegadas y sentados como zombis en las mesas del desayuno pidiendo cafés a diestro y siniestro. Aunque aquí los “group leaders” dormimos a pierna suelta, ya que el encargado de seguridad del hotel nos tomó el relevo y se encargó de que todos estuvieran formales.

En el buffet del hotel la mayoría optaron por desayunar a lo americano, con huevos revueltos, bacon y tortitas llenas de chocolate o de sirope. Otros ya solo querían café y más café y algunos ni siquiera tenían muchas ganas de desayunar con tanto sueño. Pero todos comieron algo, ya que nos esperaba otro largo día en Universal Studios, más concretamente en la zona llamada Island of Adventure, donde se encontraban zonas ambientadas en Marvel, Parque Jurásico o Harry Potter entre otros.

P1100046 Esta última fue la que atrajo mayor atención por sus decorados, ambientación y atracciones; junto con sus “cervezas de mantequilla” y su tienda de varitas mágicas. Aquí se perdieron por sus callejones un buen grupo de ellos, mientras otros decidieron ir a probar las grandes montañas rusas que hacían aumentar la adrenalina hasta niveles difíciles de soportar para simples mortales, mientras el resto buscaba las atracciones de agua porque el calor por momentos se hacía insoportable y necesitaban refrescarse.

Así llegó la hora de la comida y, a pesar de que en un principio nos informaran que la entrada daba acceso a ambos parques, Island of Adventure y Universal Studios, sólo pudimos recorrer el primero, por lo que algunos, más ansiosos de emociones fuertes, se perdieron las dos o tres atracciones que había en el segundo que les hubiera gustado probar.

 P1100056 Así llegaron las seis, y como si estuviese planeado, volvió a caer la lluvia y nosotros a refugiarnos a nuestro bus que nos devolvería a Fort Lauderdale. La marea humana comenzó a deslizarse hacia la salida bajo paraguas e impermeables o a la carrera, como nosotros.

A las 21.45 estábamos en la puerta del cole, derrotados pero felices de toda la experiencia vivida estos dos días. ¡¡Creo que se lo han pasado bien!! ¡¡Podéis preguntar!!

martes, 23 de julio de 2013

21-22 Orlando (I)

 

Ya estamos de regreso sin ninguna novedad digna de resaltar, salvo que se nos cierran los ojos y antes de que el sueño acabe por vencernos queríamos informaros de que todo ha salido bien.

Mañana, si el descanso consigue reparar nuestros maltrechos músculos y pies tras horas y horas de cola, os daremos la reseña habitual de nuestras dichas y desdichas por tierras americanas.

Hasta mañana ZZZZZzzzzzzzzzzzz.

domingo, 21 de julio de 2013

Key Largo



P1080981 Esta mañana nos despertamos prontito prontito para dirigirnos a uno de los callos de Florida, llamado ´”Key Largo”, una isla natural conectada a la península por la US Highway 1. Resulta un destino apetecible para todos aquellos amantes del mar y del submarinismo, ya que cuenta con el tercer arrecife de coral más grande del mundo, repleto de cientos de clases de peces y algas. De hecho a medida que nos vamos acercando vemos más y más furgonetas que remolcan diferentes barcos pesqueros o de placer en esa dirección. Lo reconoceréis porque es el principio de esa larga cola de arena que surge al final de Florida y que está partida al medio por una carretera, como columna vertebral y cosidos los diferentes atolones por más de 30 puentes, alguno con distancias superiores a las siete millas. Pues al principio de esa larga cola de arena nos esperaba nuestro destino: Key Largo.
Al llegar al John Pennekamp State Park, descendimos de nuestro autobús y nos fuimos directos al alquiler de material para hacer snorkle: gafas de buceo, respirador y aletas. Y sin pensarlo dos veces nos echamos al agua para disfrutar de los diferentes peces que poblaban el fondo y algunos cañones que habían arrojado al fondo para llamar más la atención. No era una zona muy profunda, 1,50 m aproximadamente, excepto en una de las zonas en la que descendía una dela simas marinas posiblemente hasta los tres o cuatro metros, no más allá. una de nuestras diversiones particulares fue la cámara acuática, Go-Pro,  que nos prestó el monitor. Así que mientras nos sumergíamos pudimos sacar algunas instantáneas que subiremos al blog otro día, pues hoy no tenemos el adaptador para poder descargarlas. En esas estábamos cuando Alex perdió una aleta que se fue al fondo de la sima, en la zona más oscura, pero superman Rubén se sumergió hasta dar con ella y sacarla como un trofeo.
P1080982 A eso de las 12.00 nos fuimos al barco que nos adentraría unas 15 millas mar adentro hasta la barrera de coral. Este navío disponía de un fondo de cristal que nos permitía ir viendo las flora y fauna marina mientras navegábamos. Al llegar a destino, pararon motores y una señorita nos explicaba los detalles de cada pez y alga y corales que allí había. Entre el balanceo del barco, el soniquete de la speaker y la falta de costumbre, al cabo de media hora estábamos la mayoría en cubierta superior que era el lugar donde el mareo afecta menos y un marinero raso nos ofrecía caramelos para combatir esa incómoda sensación y unas bolsas por si no podíamos soportar el contenido de nuestros estómagos dentro. Muchos se tiraron a lo largo de los bancos y cayeron dormidos, a otros como Claudia los venció el sueño colgados de la barandilla interior mientras seguían el aleteo de los peces. A un tris estábamos ya de ser derrotados por la nausea, cuando el capitán encendió motores y a toda máquina nos devolvió a puerto en unos 45 minutos. Al atracar en puerto ya estábamos todos recuperados y listos para darnos otro baño o comer algo antes de subir al bus, mientras nos acompañaba una iguana y diferentes ardillas y aves que también querían participar del festín.
Una ducha para desprendernos de la sal, unas pizzas y unos perritos para los más hambrientos y nos fuimos a devolver el material alquilado. A las 17.30 estábamos entrando en el colegio, pero no nos podíamos ir sin un baño en la piscina y el escalfado en el jacuzzi.
Mañana y pasado no habrá blog porque estaremos en Orlando disfrutando de Disney y Universal: Island of Adventure y no regresamos hasta bien entrada la noche. Si tenemos fuerzas os subiremos el lunes fotos de la estancia alejados de la escuela. ¡¡No penséis en España que estas “comadrejas” lo están pasando mal o que os echan mucho de menos!!

Pd: Por cierto, hemos tenido algunos problemillas con los comentarios, pero ya está solucionado. Para los primerizos, os recuerdo que podéis incorporar comentarios a las visitas, simplemente pulsando en "Comentarios" y aparecerá publicado al día siguiente. Os agradecemos todas las sugerencias. 

sábado, 20 de julio de 2013

19 Cruise and Las Olas Beach

 

 

P1080934 Hoy nos han dejado de crecer las escamas y las branquias y hemos vuelto a disfrutar del sol de Florida, ese que echamos tanto de menos a lo largo de esta semana; se cumplieron los pronósticos y llovió por la noche para respetarnos durante el día. Así que, más contentos que una tortuga con ruedines, nos fuimos a nuestro bus amarillo para emprender rumbo a los canales.

Era un trayecto de unos quince minutos que acabó en el mismo lugar donde varios de los chicos habían asistido a clase hace tres años en el viaje de idiomas que habíamos hecho entonces; así que recordaron viejos tiempos comiéndose unas “cookies” de la cafetería que había al lado, la más famosa del barrio.

Con poco tiempo que perder, levamos anclas y emprendimos el crucero a bordo de nuestro “transatlántico”  particular, de manera que unos subieron a la cubierta superior a sentarse a la sombra del toldo, otros prefirieron quedarse al fresco del aire acondicionado de la zona inferior y otro grupo prefirió tirarse al sol en la proa, mientras todos ellos disfrutaban de las vista. A lo largo del recorrido, el capitán nos informaba por megafonía de los precios de las mansiones que veíamos a cada lado del canal, partiendo de los 4 y hasta rebasar holgadamente los 12 millones de dólares, propiedad, evidentemente, de gente adinerada por negocios. pero sobre todo, jugadores de fútbol americano o baseball y famosos del mundo del cine y la televisión. Los “lagartos” al sol poco a poco fueron desfilando buscando refugio en el aire acondicionado mientras saboreaban una bebida refrescante para hidratarse y otros fueron a ocupar sus lugares ahora vacantes. Una hora después de soltar amarras regresamos a puerto y volvimos a nuestros queridos buses amarillos. ¡¡Llegaba el momento de la playa, por fin!!

P1080966 Nos desplazamos a la zona más famosa de Fort Lauderdale, que es su paseo marítimo denominado Las Olas, donde se encuentran bares, tiendas de souveniers, boutiques, heladerías, etc. Al desembarcar ya nos dividimos: los que buscaban sol y agua hacia la arena y los que buscaban recuerdos y regalitos hacia el asfalto. Total que quedamos “fifty fifty”. Los de la arena volaron al agua a refrescarse lo primero, para luego un lote de ellos demandar la revancha de la Copa Confederaciones al grupito de brasileños, pero esta vez de fútbol playa. Así que se montó una buena pachanga que al final no sé como terminó, pero no hubo lesionados; aunque muchos estaban doloridos, unos de los bolos del miércoles y otros de las caídas y la tensión del patinaje sobre hielo de ayer.

Los que se fueron a las tiendas, acabaron todos sucumbiendo a la tentación de los helados de yogurt, esos que venden al peso, y que hacen que se relaman los bigotes como los gatos durante un buen rato. Compraron los detallitos que les faltaban para los amigos, aunque se quejaron que los precios eran más altos que en Ft. Lauderdale Beach.

A las 17.40 estábamos en el cole con el tiempo suficiente para una zambullida en la piscina y cinco minutos de relax en el hirviente jacuzzi, antes de que llegaran las familias. Mañana de nuevo madrugar, 7.45 salimos rumbo a Key Largo, al sur de Florida… pero eso ya os lo contaré.

viernes, 19 de julio de 2013

18 Ice Skating

 

IMG_1142 Definitivamente entró en funcionamiento el Plan B, a pesar de que al amanecer no prometía muy mal, no tardó más de allá de las 09.00  en empezar a jarrear al estilo de días anteriores, por lo tanto quedaba abandonada la idea del zoo y nos aferrábamos a nuestro proyecto favorito que no era otro que ir a patinar sobre hielo y … ¡¡en Florida!!

Todos sabían que para esto es mejor venir equipados con un buen par  de calcetines y unos pantalones largos, que Cristina se encargó de comunicar por nuestro grupo de Whatsup la noche anterior, por si alguien no se había enterado cuando lo dijimos en la sala de estudiantes y estaban demasiado centrados en sus móviles o en la XBox. Aquí hacemos un aparte para disculparnos si algún padre se desveló la otra noche, que nos consta que sucedió,  cuando lo pusimos en funcionamiento, pero en nuestra descarga debemos decir que esos eran los número que habíais puesto como móvil del alumno. Cerramos paréntesis.

IMG_1153 Primera misión, al igual que ayer, hacerse con el calzado de la talla adecuada, pero en esta ocasión disponían de dos cuchillas para deslizarse sobre el hielo y no sobre la tarima de los bolos. Bien pertrechados salieron a la pista dispuestos a comerse el mundo unos y otros mucho más dubitativos (incorporamos vídeo que los atestigua). Primeros escarceos sobre el hielo, pero para la gran mayoría su mejor amiga era la barandilla en un principio; aunque luego se fueron apartando progresivamente más y más de esta hasta que al final dos o tres eran los menos osados de todos. Al cabo de 30 minutos ya se veía que Rubén, Alberto, Carlos, Claudia, Elena y algunos más eran más aventajados en esto de deslizarse que el resto. Así empezaron a hacer paseíllos en parejas, o una especie de conga, que rápidamente les prohibieron, y algún que otro resbalón hizo que algunos terminaran con sus huesos por los suelos: Alba, Javier, Ana L., Jimmy… Pero la más sonada fue la del final de la jornada, esa sí fue una caída de narices, nunca mejor dicho, pues Torres acabó aterrizando con su cara contra la pista y terminó aplicándose una bolsa de hielo, por si aún no había tenido suficiente, sobre su maltrecho apéndice. ¡¡Nada importante! ¡¡Accidents happen!!

IMG_1165 Tras más de dos horas patinando, agradecimos salir al calor de la calle y la agradable temperatura exterior, pero sobre todo nos alegramos de sacarnos los patines que nos estaban destrozando los pies, especialmente los tobillos, que terminaron muy doloridos y alguno con ampollas. Tras nuestro digno trabajo, salieron a la pista varias pequeñas, entre ocho y doce años, que nos demostraron lo que se puede llegar a hacer sobre unos patines con un poco de práctica, con lo que nos fuimos con las orejas gachas y con la música a otra parte.

Llegamos al cole y a la piscina un rato, pues hacía horas que no llovía y el jacuzzi estaba muy apetecible; aunque al meter los pies descubrimos el el agua de las Burgas está más fría. (Para los no iniciados, Las Burgas son unos manantiales y el mayor reclamo turístico de Ourense, de donde brota el agua a unos 65º) Así que tras cinco minutos allí salían colorados como el “pulpo a feira” y se zambullían en la piscina para refrescarse. Por si no era suficiente refresco, aparecieron los monitores con polos de helado para todos que devoraron con fruición y, como fin de fiesta, para refresco final, apreció de nuevo la lluvia con una intensidad mayor si cabo que el ataque matinal, lo que obligó a abandonar el recinto de la piscina a la carrera.

Así, bajo la lluvia, una vez más, regresamos a casa; aunque algunos estaban invitados a una fiesta de cumpleaños de un muchacho francés y se quedaron en el cole a comer unas pizzas.

Ha sido un buen día, lleno de emociones sobre el hielo. Mañana sólo tenemos 30% de posibilidades de precipitación y la mayoría serán por la tarde; a ver si podemos disfrutar de una tarde de crucero y playa.

 

jueves, 18 de julio de 2013

17 Bowling

 

P1080895 La tormenta sigue acechando nuestras vidas e impide que tengamos las actividades como las habíamos programado originalmente, así que hoy nada de crucero sino algo diferente; algo que forma parte de la tradición de ocio americana  conocida por los mayores, desde que de niños veíamos a Pablo y Pedro Picapiedra, y por los menores, con los archiconocidos Simpsons. Nos llevaron a una inmensa bolera americana con unas treinta pistas (lanes).

A medida que nos acercábamos al mostrador, cogíamos nuestro par de zapatos tricolor, especialmente diseñados para deslizarse controladamente por el parquet y evitar resbalar y caerse de cuartos traseros, como le pasó a un servidor por traspasar la línea de falta y pisar en la pista. Según disponíamos del calzado apropiado nos fuimos agrupando por lotes de seis en cada lane e incorporábamos nuestro nombre a la pantalla, lo que permitía al resto de participantes ver las puntuaciones que cada uno conseguía. Luego llegó el momento de seleccionar la bola con la que jugar cada uno: huecos adaptados a los dedos, el peso correcto, el tamaño idóneo… ¡¡Vamos, como si lo llevasen haciendo toda la vida!!

Contábamos con tres partidas y para el ganador hay un premio sorpresa que se entregará la próxima semana. En la primera ronda, sorprendentemente Elena consiguió varios strikes y alcanzó la puntuación de 130; en la segunda partida, fue Rubén y su estilo del norte el que se llevó el gato al agua y llegó hasta los 142 puntos, lamentablemente en la Q3 nadie pudo superar ninguna de ambas, así que él campeón y ella subcampeona. Po otra parte, tenemos dos “cucharas de madera”, por un lado Saúl, cuya virtud no está en conseguir que la bola vaya recta por el centro de la pista sino que siempre acaba rodando por los surcos laterales, y Santi, que con un bajísimo porcentaje de aciertos en la primera ronda se quedó en un resultado paupérrimo, aunque, en honor a la verdad, fue mejorando en rondas posteriores.

El más feliz del recinto fue el cocinero que vendió más perritos, patatas,P1080878 hamburguesas, etc. de las que hubiese imaginado. Así que unos satisfechos con el nivel conseguido, otros frustrados porque no dieron la talla y no alcanzaron las expectativas, pero todos satisfechos por haber hecho algo diferente, volvimos a la lluvia, al bus y al colegio.

Allí nos esperaba la mesa de ping-pong, la XBox y Heraclio Fournier con sus cuarenta naipes para tirarnos en el suelo y echar unas cartas mientras sonaba la música. Entretanto hoy nos tocó otra visita médica con Claudia al mismo lugar con la misma recepcionista y la misma doctora, pero en esta ocasión la atención fue mejor, el papeleo mucho más rápido y salimos, otra vez, conociendo su peso, temperatura corporal, tensión arterial y con una inyección de Urbasón sobre la nalga izquierda que mitigue la erupción en muslos y brazos, que probablemente le haya provocado alguna planta sobre la que se sentó ayer.

Mañana tenemos un Plan A, visita al zoo de West Palm Beach, y un Plan B, hacer patinaje sobre hielo. Si el clima cambia a mejor, plan A, pero si continua así, Plan B. Os aseguro que ninguno va a llevar huevos a Santa Clara esta noche. El Plan B es mucho más apetecible.

miércoles, 17 de julio de 2013

16 Aventura Mall

 

 

P1080838 Nuestros planes de crucero se frustraron tras un amanecer dubitativo y una mañana de aguacero interminable. Hay una tormenta a unos kilómetros de la costa oeste que nos está haciendo padecer los rigores de la lluvia. Os dejamos un ejemplo para que tengáis constancia que no mentimos. En definitiva, que el crucero que pensábamos hacer por los canales se fue por el desagüe, nunca mejor dicho, y al escuela aceptó intercambiar las actividades con la de mañana, esto tras mucho insistir.

Puestos en estas tesituras, unos más satisfechos que otros, aceptaron de buen grado el cambio; sobre todo porque la comida de hoy (arroz con pollo) no despertó las pasiones que el cocinero había depositado en ello mientras la preparaba y, como ya todos saben muy bien, en los centros comerciales hay una zona (food court) donde se aglutinan una gran variedad de puestos de diferentes tipos de comida y siempre aparece “un roto para un descosido”. Y más aún, si entramos directamente a través del food court; todos paran sin adentrarse más en el mundo del consumo material; primero hay que dar satisfacción al cuerpo para que luego el alma esté más dispuesta. Luego nos fuimos desperdigando con parsimonia la mayoría, aunque siempre hay algunas que nunca es suficiente el tiempo de compras, más aún sabiendo que es el último día que dedicamos a esto.

P1080839 Cuando nos reunimos para regresar, los brasileños, recién aterrizados el sábado, nos había usurpado los puestos en nuestro particular “tractor amarillo”, así que como viejos soldados en estas lides reclamaron su trinchera y los pobres sudamericanos tuvieron que irse al bus 3, que era en realidad el que les pertenecía y en el que habían venido. Observando la cantidad de bolsas, hoy volvemos a dar como ganadora a Ana Ramada, que creemos que le van a dar acciones en Abercrombie & Fitch y en Hollister, seguida muy de cerca y con solo una décimas de desventaja por Sofía y Ana Láiz, que hicieron acopio de los penúltimos regalos que les faltaban. Después están los personajes como Rubén, que su único capricho es comprarse un “lagarto” de gominola de casi un kilo.

El regreso fue mucho más plácido pues ya había cesado la lluvia y no nos encontramos con ningún accidente como en la ida. Al llegar breve partida de XBox, charlas, risas y familias que se presentan diez minutos antes para llevarse a sus inquilinos a casa para cenar.

Alguien sugirió acertadamente que creásemos un grupo de Whatsup para las novedades de última hora, así que de inmediato Cristina se ha puesto a ello y desde que funciona el teléfono no deja de sonar. ¡¡Qué grato martirio!! Por si no teníamos suficientes bromas a lo largo del día…

martes, 16 de julio de 2013

15 Deerfield beach

 

 

P1080811 Esta mañana sufrimos el inacabable protocolo del sistema sanitario americano y para que a Diana la atendieran no más de 45 segundos, estuvimos esperando desde las 08.50 hasta las 11.30, pues el seguro tenía que enviar confirmación escrita de que esta niña estaba asegurada y que formaba parte de un curso de idiomas. Está claro el por qué Obama estudió el sistema sanitario español y quería implementarlo en USA; te puedes estar desangrando que ninguna clínica te atiende si no tienes seguro privado y estas aseguradoras son las primeras que se niegan a que haya un sistema sanitario social y público en el país. ¡¡Vaya negocio tienen montado!!

Pasemos página. Total que la buena de Diana lo que tenía es un hongo y con una pomada que no necesita ni receta se puede curar, según la rápida visión clínica de la doctora. Después de casi tres horas, salimos de allí a la caza de la famosa crema a la farmacia y dejamos firmada una factura de 135$, a unos tres dólares por segundo; eso sí quedó pesada, le confirmaron que no tenía fiebre y que su presión arterial era normal. Vamos, lo que te hacen en España en la farmacia por un euro. Salimos de allí indignados, pero contentos de que no sea nada serio y volvimos a la escuela.

P1080799 Al llegar, ya todos salían de clase y engullimos la pasta con carne tan deliciosa de los lunes para luego ir a la sala de ping-pon y XBox, que está causando furor. Tras el breve descanso, montamos en nuestros buses amarillos con rumbo a Deerfield Beach, a una media hora de distancia. Una vez allí nos unimos a alemanes, brasileños y árabes y disfrutamos de una tarde preciosa de playa en un lugar maravilloso. Esta vez el juego consistió en un “partido” de fútbol americano en el que los chicos evitaron por todos los medios que ellas consiguieran tocar la pelota con forma de huevo, al tiempo que alguna, como Claudia, se afanaba en salir en todas las fotos para lucir su nuevo bikini rosa fucsia del que se prendó en una tienda de Bayside en Miami. Al cabo de unas dos horas y media, volvimos al bus pues nos esperaba una barbacoa en el colegio con la que le dan la bienvenida a los grupos nuevos cada lunes. Allí saciamos nuestro apetito ya de por sí enorme y aún más tras juegos, carreras y risas en el agua.

Como fin de fiesta, unos a bañarse en la piscina del cole para sacarse el salitre de encima, mientras otros terminaban la partida iniciada a mediodía. Luego, familias, coches y vuelta a la madriguera. Mañana será otro bien día.

lunes, 15 de julio de 2013

14 Miami

 

 

P1080744 Temerosos tras el aguacero de ayer, a las 08.00 abrimos las cortinas para ver qué nos deparaba el cielo. No lucía el sol ni se auguraba que lo hiciera en unas horas al menos, pero, por otra parte, no llovía, lo cual nos alegró. Así que desayunamos y esperamos a que nos recogieran a las 09.00 para recibir a la tropa a las 09.45 con toda la intendencia dispuesta.

Han llegado un grupo de brasileños que comparten familia con alguno de los nuestros, con lo cual el bus ya está hasta los topes cuando partimos con rumbo a Miami. Como ya sabemos es un trayecto de cuarenta minutos que se pasa muy deprisa pues van charlando o escuchando música y llegamos a Bayside. Esta es una zona comercial muy concurrida los domingos en la que hay pequeños puestos y tiendas en un gran centro comercial de dos plantas. Entre sus dependencias hay  establecimientos de magia, Disney Store, camisetas de Miami de recuerdo (que ya os adelanto que alguno recibiréis), tiendas deportivas o el famoso Hard Rock Café. Tras merodear de una puerta otra y hacerse con algún que otro detalle que faltaba para amigos o algún familiar difícil de satisfacer, nos dedicamos a deambular por el puerto viendo los enormes yates, veleros y barcos de alquiler para pesca mientras disfrutábamos del sol que ahora sí lucía calentando el ambiente lo suficiente sin convertirlo en sofocante. Por supuesto, algunos nos acercamos al famoso American Airlines Arena, estadio donde los Miami Heats se hicieron con su tercer anillo, segundo consecutivo, de la NBA.

Cansados y hambrientos despreciamos el bocadillo repetido de ayer y nos fuimos al piso superior donde hay más de una decena de puestos de comida: pescados, carnes argentinas, pizzas y pastas italianas, bocadillos… y unos apostaron sobre seguro y se fueron al Subways o a por las porciones de pizza y otros, un poco más atrevidos, se animaron a la comida china. Una larga sobremesa con risas e intercambio de anécdotas de accidentes o resbalones escolares que han dejado alguna huella en sus cuerpos y exhibición de cicatrices para dejar constancia de las heridas de guerra.

P1080765 A las 14.45 nos desplazamos a la zona de Ocean Drive, donde se encuentra Miami Beach. El tiempo nos seguía respetando y a pesar de que no hacía un sol de justicia, sino más bien una suave brisa, disfrutamos de dos horas de baño con juegos y “aguadillas” entre ola y ola. Algunos, animados tras informarles de lo interesante de la zona, salieron a dar un paseo por la calle más característica de Miami: Ocean Drive, donde se mezclan todas las culturas caribeñas con la americana y la gente disfruta de su cena en las terrazas mientras beben impresionantes cócteles de variados colores, charlan o ven espectáculos de DJs o pases de modelos de Drag-Queens a pocos metros del domicilio del afamado diseñador Versace, puerta ante la cual fue asesinado en julio de 1997.

Con ojos como platos, regresaron al bus, cansados y contentos de lo bien que había ido el día tras una jornada relajada con un desplazamiento corto; nada que ver con las prisas del día anterior.

domingo, 14 de julio de 2013

13 Kennedy Space Center

 

P1080714 Tenemos que empezar por el final,porque ha sido tan excitante como la visita a Kennedy Space Center. Desde que salimos de la NASA comenzó una lluvia fina, para posteriormente convertirse en un chaparrón y acabó siendo una tormenta tropical de agua, truenos y relámpagos nunca vistos por nuestros lares. Cuando llegamos al colegio el agua nos daba por encima de los tobillos, así que a la carrera alcanzamos el refugio de la recepción de la escuela y allí esperamos a que las familias fueran llegando, mientras los coches que bajaban por Federal Highway parecían flotar pues no se les veían las ruedas. Apelotonados en la puerta íbamos cantando los nombres de las diferentes familias que venían a recoger a sus vástagos y estos, sacándose sus Vans, Nike o All Star recién compradas en Boca Ratón o en Sawgrass Mills salían por piernas del refugio para ganar el coche con los menores daños posibles. ¡¡Increíble la tormenta que se formó en una hora y promete aguantar así un buen rato!! De camino a casa, pudimos ver coches detenidos en los lados de la carretera porque el agua les llegaba al motor o los bancos de las paradas de bus anegados. ¡¡Aún ahora, mientras escribo estas líneas, el cielo cruje y se ilumina ininterrumpidamente!! ¡¡Que se preparen las agencias de seguros pues mañana van a tener cola a la puerta para reclamar por daños de agua!!

P1080716 Ahora de regreso a casa y con pocas ganas de salir, recordamos que el despertador sonó implacable a las 5.45 porque nuestra hora de reunión era a las 7.45 y siempre queremos estar los primeros, por aquello del ejemplo. Y allí estaban todos puntuales con sus familias listos para salir con destino “mundo espacial”. A las 08.10 partimos y tres horas y media después aparcábamos a la entrada. ¡¡Un viaje muy largo para los chicos!! Cuando los monitores dijeron que nos daban dos horas para verlo nos amotinamos y quedamos en regresar a las 14.45 con margen hasta las 15.00, aunque esto último los “rojos” no lo sabían. Dentro del recinto la mitad salimos a la carrera porque queríamos ver la zona de montaje de las naves espaciales y la rampa de despegue, mientras otros se quedaban a comer algo en la cafetería. Lo del tour está bien organizado pues salen buses cada diez minutos que te llevan a la torre de observación, desde la que se ve la zona de despegue a los lejos, para, posteriormente llevarte al Apollo/Saturn V Center donde pasas y ves como idearon los primeros cohetes y el lanzamiento del Apolo, el cual aún tienen allí expuesto tumbado y todavía conservan la sala desde la que se gestionó el lanzamiento en su estado original. Tras unas dos horas de tour regresamos al centro donde había simuladores, cine IMax en 3D, entrevistas con astronautas que han ido al espacio, etc y nos encontramos a la otra mitad que lamentaba no haber ido al tour con los demás y que ya estaban aburridos de esperar mientras jugaban a las cartas. Así que a las 15.15 estábamos todos en nuestros asientos dispuestos para el diluvio que nos quedaba por delante.

Mañana tenemos Miami, con su Ocean Drive, su South Bay y su Miami Beach y dicen que habrá chubascos dispersos con un 60% de posibilidades de lluvia. ¡¡A ver como y cuando llueve!! ¡¡Esperemos que el cielo no caiga sobre nuestras cabezas, como decían Asterix y Obelix!!

sábado, 13 de julio de 2013

12 Boca Raton Mall

 

P1080690 Esta mañana el cielo amenazaba lluvia, el pronóstico había anunciado tormentas y nosotros  habíamos llegado preparados para un inmersión total en la playa pasara lo que pasara. Las quemaduras de la espalda, hombros, cuello y escotes están ya olvidadas y el único deseo que rondaba los corazones era volver a jugar al AEIOU, al fútbol americano o a lo que se tercie mecidos por las olas del Caribe, pero no iba a ser posible: la escuela, muy protectores ellos, cambiaron los planes cinco minutos antes de la salida de los autobuses, de manera que nuestros gozos se hundieron en el pozo de la decepción; definitivamente las opciones de lluvia superaban el 50% en la zona y no veían viable ir a un lugar del que tendríamos que salir “por piernas” al cabo de un rato. Lo comprendimos y aprovechamos para sacar provecho a la desgracia; nuestro nuevo destino era Boca Ratón y su centro comercial: allí estaríamos resguardados mientras mariposeábamos de tienda en tienda “felices como lombrices”.

Así que allá nos fuimos con una conductora muy salada que llevaba el ritmo caribeño a flor de piel y en 30 minutos nos depositó a la entrada del centro Comercial. Todos en chanclas y bañador, algunos objetando no haber sido avisados con antelación para poderse aprovisionar de dólares para la aventura de hoy, pero contentos de hacer algo que a todos les entusiasma.

P1080692 Les dimos tres horas y, a pesar de que algunos no habían traído dinero suficiente o la tarjeta, regresaron a las 17.00 horas puntuales pero cargados como “Reyes Magos” de regalos: para la familia algunos, pero la mayoría para ellos mismos, que para eso han cruzado el Atlántico y “están aquí sufriendo”. Por supuesto las tiendas de más éxito han sido Hollister y Abercrombie & Fitch, cuyas bolsas lucían una gran mayoría por pares. La reina de las compras ha sido Ana Ramada, con más de tres cuerpos de diferencia, sobre María o Carlos, que hasta el presente siempre llevaban la vitola de ganadores. Con todas nuestras bolsas encima regresamos con nuestra “marchosa piloto” de vuelta al cole mientras la tormenta seguía amenazando. Las malas lenguas aseguran que no ha llovido en toda la tarde, pero…

Mañana nos levantamos a las 5.45 para irnos a la NASA. ¿¿Quién dice que estos chavales no sufren los suyo, mientras sus compañeros de clase en España duermen a pierna suelta??

viernes, 12 de julio de 2013

11 Everglades

 

Esta mañana se nos hizo extraño encontrarnos todos con pantalón largo y camisa, pero como sabíamos que nos esperaban las Everglades y los posibles ataques de mosquitos, todos tuvimos la precaución de protegernos, porque está visto que eso de la famosa pulserita en la que os gastasteis unos buenos euros son, como dice Claudia, “una leyenda urbana” y su eficacia en el campo de batalla deja mucho que desear.

Tras las clases, un almuerzo que en esta ocasión fracasó estrepitosamente: bocadillo de paté con queso, sopa de ???? y plátano, con lo que en tres minutos estaban todos de camino al burguer, que está al lado, acompañados de un “rojo” (monitor de actividades) porque no pueden salir solos ni al portal. En definitiva, me quedé solo con dos valientes que intentan evitar la comida basura con éxito dispar: Diana, que lo va consiguiendo, y Patricia, que sucumbe a la tentación y luego se arrepiente y se “flagela” queriendo salir a correr… ¡¡Aquí en Florida!! ¡¡Con este calor"!! ¡¡Ilusa!!

Regresaron todos con una sonrisa en la cara y dispuestos a emprender viaje a las Everglades con la esperanza de, no solo avistar caimanes y demás fauna, sino a ver si aparecía alguno de los del CSI Miami buscando las pruebas de algún crimen. Una vez en nuestro destino, tapados hasta las orejas y con un sol de justicia, montamos en los famosos “airboats”, que son esos barcos con las enormes hélices de propulsión y que hacen un ruido infernal, para lo que nos suministraron unos discretos tapones naranja para los oídos. La sensación de estar montado en un reactor sobre la hierba y el agua es lo que a uno le viene a la cabeza cuando esa máquina acelera y se puede oír a millas de distancia, de manera que sujetamos fuerte nuestras gorras y achinamos los ojos mientras algunos, temerosos, manoteaban al aire por si alguno de los cientos de libélulas que levantaban vuelo los atacaba. En esto se apaga el motor y un magnífico ejemplar de caimán se mecía en las olas que levantaba el paso del barco y allí permaneció mientras el capitán desde su “trono-atalaya” nos explicaba los pormenores de la dieta de estos temibles anfibios, para los que al parecer la carne humana no es un plato de gusto. Poco después emprendemos ruta y hacemos diversas paradas para poder escuchar la explicación de la persona al mando, a pesar de que a alguno le resulta complicado seguirle por su profundo acento sureño. Esto es como ser inglés y pretender entender a un gaditano de noche y tras unos rebujitos.

De vuelta al embarcadero nos vamos rápidamente a ver un espectáculo de un valiente (o temerario) que se mete en un piscina con dos caimanes, uno de ellos de unos 4 metros de largo y unos 50 años de edad y, mientras nos explica lo va cogiendo de la cola, lo gira, le levanta las fauces o lo empuja, con una sangre fría digna de admiración; mientras que a la hembra casi ni se acerca pues está vigilando su nido con los huevos desde el agua y, para demostrar como lo defiende, se aproximó a unos dos metros y esta bufó amenazadora, mientras se apoyaba en sus cuatro patas y abría la boca mostrando sus armas. Tras este show, nos permitieron coger y tocar unas crías de caimanes, que hasta los más reticentes acabaron por coger para la foto. Luego un paseo viendo serpientes, tortugas, panteras, linces y otras especies animales y corriendo al bus porque se oía la tormenta a lo lejos y el calor era abrasador; tanto es así que lo que más éxito tuvo fue la máquina de refrescos y agua del lugar.

Estábamos de vuelta con más de una hora de antelación, así que teníamos tiempo para jugar a la XBox, con lo que se montó una buena partida en la que el rey fue Anthony, uno de los “rojos” y, paralelamente, una buena partida de ping-pong, en el que el rey indiscutible fue Charles, que hizo a varios pasar bajo la mesa por perder por 7-0, entre ellos estaban Rubén, María, Paula, Claudia, Alex y, el más reiterativo, Alberto. En medio de la diversión, aparecieron las familias y cada uno a su casa.