miércoles, 22 de julio de 2015

21.- TORONTO ISLANDS

 

20150721_144011Tras tanto frenesí por Times Square, la 5ª Avenida y todo lo que encierra la Gran Manzana, necesitábamos uno de estos días de relax en el que no tuviésemos prisa para nada. Mi mayor preocupación era la factura que nos iba a pasar el viaje, y no me refiero a la económica, sino a la saludable. ¿Cuántos sufrirían las consecuencias de tres días sin pausa? La respuesta no tardó en llegar: Bárbara fue la primera baja de la semana. Una vez más dolor de garganta, fiebre, tos, congestión y dolor de cabeza; así que. sin esperar más, nos fuimos a esa clínica en la que voy a pedir “acciones” porque con tanta visita casi podemos hacernos socios participativos. El mismo personal en recepción y la misma doctora, así que todo mucho más sencillo,y, por supuesto, el mismo diagnóstico con la misma receta. A las 11.30 de vuelta al cole y las hermanas Pereira a casa para que Bárbara descanse para mañana poder participar en las actividades.

20150721_151345Por la tarde teníamos planeado ir a las Islas del Lago Ontario. Ayer recomendamos a todos llevar toalla y bañador porque hay una zona ideal para darse un chapuzón, pero luego el pronóstico del tiempo no auguraba una tarde de calor o, peor aún, nos amenazó con llover. En consecuencia les recomendé dejar los bañadores y coger el paraguas aquel de 5$ de Nueva York. ¡¡Sólo los más desobedientes llevaron el bañador y la toalla, el resto metieron sus paraguas en la mochila!! ¡¡Tremendo error!! Pasamos una tarde de calor asfixiante. La mayoría con pantalón largo y camiseta. ¡¡Por favor, que alguien asesore a estos hombres del tiempo que no aciertan una!! Y lo peor de todo es el chorreo que me vi obligado a aguantar toda la tarde por haberme desdicho de la primera orden.

20150721_144554La parte más positiva de la tarde es que esta vez no vinieron ni Victoria ni Meagan como monitoras, sino Geoffrey, el chico francés que las trae a todas por la calle de la amargura. “¡¡Es que es tan riquiño!!”, dice Sofía F. Esta vez caminaban todas tan ligeras y todas querían practicar inglés hablando con él y las menos atrevidas al menos una foto de grupo en la que él también estuviera. Cuando llegó al cole a buscarnos, ya se notaba una alegría diferente en algunas (no voy a poner nombres para no avergonzarlas) y nos fuimos al metro y de allí al ferri.

Las Toronto Islands están a 15 minutos de travesía, una distancia que se puede hacer a nado perfectamente. Aquello es un paraje para disfrutar de la naturaleza o hacer picnics porque tiene toda la infraestructura para ello. Hay campos de deportes y diferentes playas donde refrescarse, manantiales para beber y mucha gente se acerca con sus bicis para pedalear por los senderos o alquilan cuatriciclos para cuatro o seis personas y la gente hace deporte en familia. Otros simplemente pasean o se bañan en cualquiera de las tres playas disponibles.

20150721_171229Aquellos de los nuestros que venían preparados se dieron un baño en la playa y tomaron el sol durante un par de horas largas y los demás, unos se tiraron a la siesta sobre el césped y allí se quedaron dormidas y otros simplemente pasearon y se tomaron un helado mientras saboreaban la buena tarde que quedó. A las 17.00 emprendimos el regreso con toda la calma charlando, riéndonos y sacando fotos del lugar y del skyline de Toronto.

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