El día empezó muy tranquilo y relajado. La mañana transcurrió, como es habitual, con las clases y los talleres. Aprovecharon para que aprendiesen vocabulario de lo que se nos avecinaba por la tarde…
Los profesores les regalaron una camiseta blanca para que ellos la decorasen como más les gustase. Todos han hecho verdaderas “obras de arte” y están muy orgullosos de ellas.
Queremos recordaros (por si ellos se olvidan de decíroslo) de que antes de lavarlas hay que plancharlas para que se fijen los colores y no se borren; así que aunque las veáis muy sucias que ni se os ocurra meterlas en la lavadora sin previo planchado.
Comimos a la una y media porque teníamos que salir prontito para ir al Forestal Park y comenzar nuestra aventura…
A las tres y media salimos con nuestros niños, muy bien uniformados con el chándal del colegio y con mucha ilusión. Tras una corta caminata por fin llegamos; La verdad es que al principio impresionó un poco (o eso creíamos nosotras) pero más tarde ya nos dimos cuenta de que no era así.
Tras ponernos los arneses con todas las medidas de seguridad empezamos el circuito. Ahora vais a ver en las fotos que subimos algo de lo que ocurrió allí, pero ya veréis en el resto de las instantáneas, cuando lleguen a vuestras manos, (que tenemos muchísimas más y que os daremos en un CD) lo que han sido capaces de hacer.
De cualquier forma todo lo que pudiésemos explicaros se quedaría corto con respecto a lo que allí pasó. Tenéis unos hijos muy aventureros y muy valientes; con ganas de nuevas sensaciones y dispuestos a probar todo lo que se les ofrece. Lo hemos disfrutado muchísimo.
No hemos tenido que mandar dormir a nadie esta noche; a la primera que dijimos: ¡todos para la cama! Nadie protestó y tras cerrarse las puertas, por primera vez, no se oía nada al otro lado.
Lucía y Alba.
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