12/07 Shopping in the rain

 

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Amigos, hoy sí que se nos han ido por tierra todos los planes. ¡¡Quien se esperaba semejante cantidad de agua a estas alturas del año!! Nuestro proyecto inicial era tener nuestras clases de rigor, comer e irnos a Poole, que está al otro extremo de playa. Es una zona de recreo, con sus yates, sus largos paseos a la orilla del mar, su calle principal con tiendas y demás. Al llegar a primera hora al colegio nos las prometíamos muy felices: un sol de justicia desde las 06.00 am, la mayoría con pantalones cortos e, incluso, con sandalias. Durante las tres horas de clase el tiempo se mantuvo así, pero al terminar la sesión lectiva comenzó a jarrear que son ya las 21.30 y aún no ha parado desde entonces.

Decisión de ultima hora una vez en el centro de Bournemouth: tomaos un par de horas para ir de tiendas o saboread un café o un chocolate (ya que churros no hay por estos parajes) porque no podemos ir hasta Poole, unos 40 minutos de bus, para pasear bajo la lluvia. La idea entusiasmó a los entumecidos veraneantes que salieron en estampida a comprarse paraguas de 4 libras al Primark, que agotó existencias. Imaginaos como llovía que Claudia posó el paraguas al entrar en una tienda y la volverse se había esfumado dando cobijo a algún avispado que no disponía de las 4 libras de rigor o vio innecesario gastárselas habiendo uno tan a mano que solo llevaba con su dueña una hora.

Otra de las más felices fue Lucía que viendo el sol de verano tan maravilloso cuando se levantó decidió lucir sus dedos de los pies y se calzó unas preciosas sandalias que llevaban por suela una “loncha de cuero”. ¡¡Aterida de frío no tardó nada en encontrar unas Dr Martins, a las que le había echado el ojo el lunes y ya tenía la disculpa perfecta!! (adjuntamos documento gráfico para que mamá se quede tranquila y vea que gasta el dinero en cosas útiles).

A las 16.45 estábamos todos de regreso en el punto de encuentro con nuestras compras de abrigo: gorros, paraguas, botas, camisetas, … ¡¡Bueno todos no!! Hemos tenido que abrir la “saca” por primera vez este verano y Paula, Elena y Claudia han contribuido con un donativo para las pizzas de fin de curso. Todos aplaudieron su disponibilidad y servicio a la comunidad.

Cenamos un pollo al curry con su correspondiente arroz blanco y nos quedamos en el Talbot (recordáis que es el nombre del pub) un buen rato pues aquello no dejaba de jarrear. Estamos en cuatro mesas redondas de ocho cada uno (bueno una tiene nueve porque hemos adoptado a un suizo del que ya os he hablado) y con la wifi y los móviles han descubierto un juego nuevo: adivinar series de la tele de todos los tiempos. ¡¡Cómo van a saber estos que es eso de “Vacaciones en el mar”, “Mazinger Z”, “Canción triste de Hill Street”, etc!! Pero se lo pasaron genial entre risas y alboroto. Esto sí que es echarle al mal tiempo buena cara.

Tras la cena nos fuimos al cole y los monitores sugirieron llamar a los taxis e irnos para casa un rato antes porque estábamos empapados. Todos acogieron la idea con entusiasmo… una vez más. ¡Espero que hayan hecho lo que les recomendamos de darse una buena ducha caliente antes de acostarse! Si no es así ya me veo mañana de vuelta al médico con un grupo de ellos. Esto me recuerda que las damnificadas de ayer ya se encuentran perfectamente tanto de los ojos como del estómago.

Por cierto, según la “Belieber” ayer cometí algunos errores: Justin no tiene 19, sino 18  años escasos porque nació en marzo; no es “Believer” (creyente, en inglés) sino “Belieber”, porque si le sacas las letras intermedias queda su apellido. En fin, que quede como fe de erratas para el futuro y que no se diga que esta editorial no asume sus errores. Aline, Raquel, Gonzalo y yo estamos recibiendo una hora diaria de “masterclass” sobre la vida, obra y milagros de este artista. Y lo de milagros está bien dicho, porque según Sabela este “homiño” está incluso por encima de El.