jueves, 12 de julio de 2012

11/07 Winchester

 

P1070992 Hoy no empezamos demasiado bien el día… ¡¡ya tardaban las visitas al médico y además esta vez por duplicado!! Claudia, que tras tanta fiesta nocturna ayer le cogió el frío y pasó la noche vomitando, y la pobre Laura E. con una conjuntivitis galopante (incluimos documento gráfico en el álbum). Así que entre solicitar la cita, hacer la visita de rigor y recoger la medicación pasamos la mañana. Ahora ya se encuentran bastante mejor, sino podéis comprobar en las fotos que no perdieron el sentido del ritmo en la disco y, mucho menos, las ganas de pasarlo bien.

A todo esto, ya hemos descubierto que Sabela es una “Real Believer”, es decir, está en una fase muy superior a lo que es un mundano fan de Justin Beaber y nos pone al corriente de sus dichas y desventuras, del peso que tuvo al nacer, del nombre de su comadrona, en donde está en cada momento (hoy al parecer en Japón), de las entradas de su twiter, etc. Es decir, se sabe toda su biografía, la oficial y la ilegal que este hombre, (bueno, mejor, muchacho) pueda haber vivido, si no recuerdo mal, en sus 19 años de existencia.

DSC_0058En fin, que una vez volvimos al cole nos metimos en los buses y nos dirigimos a  Winchester. Está aproximadamente a una hora de viaje y, casualmente, al llegar nos topamos de frente con el paso de la antorcha olímpica y además los del primer bus con una vista privilegiada desde lo alto. Fotos y más fotos, películas y toda la parafernalia. Y tras el desfile que la acompaña nos fuimos a comer a un precioso parque… ¡¡Imaginaos lo hartos de pasta que estaban que hoy agradecieron el bocadillo de queso y tomate!! (bueno, algunos perdieron el tomate por el camino, pero…)

Comida relajada y paseo por la ciudad. Winchester fue la antigua capital de Inglaterra y como monumentos más emblemáticos tiene su catedral, una de las más grandes de Europa, y el Great Hall con su mesa redonda (aquella de los caballeros del rey Arturo). Recorrimos el centro y los profes nos tomamos unos 40 minutos de relax que ellos emplearon en buscar tiendas, MacDonalds y, por supuesto, Starbucks. Entre el gentío nos encontramos al porteador de la antorcha que, colmado de paciencia, soportó estoicamente a que lo tomáramos al asalto y lo acribilláramos a disparos de cámaras.

Al regresar cenamos unas deliciosas hamburguesas de pollo con patatas, que se demoraron  en exceso, lo que nos restó tiempo para la segunda parte de la tarde. Como los dos días previos nos habían separado en dos grupos, unos con Cristina y los otros conmigo, como ya os hemos comentado, y les trasladamos a la escuela nuestra disconformidad aceptaron reunificarnos en un solo grupo. Eso implicaba que como ayer el grupo de Cris no había gozado del esplendor de aquella “experiencia religiosa” de discoteca y hoy les correspondía decidimos acompañarlos. Consecuentemente algunos afortunados repitieron fiesta, aunque esta vez tocaba Disco Lava… ¡¡Mismo DJ pero P1080014nada que ver!!. Los más espectaculares del sarao fueron las “cuatro fieras” que se presentaron con su uniforme de gala: un pingüino (Miguel), el tigre (Javier) y dos osos (Carlos y David). ¡¡Fueron la sensación de la noche!! Una vez más todos sudaron como pollos pero esta vez aprendieron la lección y se abrigaron bien antes de salir. Fin de jornada y nos encaminarnos a nuestros taxis de regreso a casa.

El tiempo empieza a respetarnos. Así que, resumiendo, no siempre lo que mal empieza, mal acaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario